Un poco de pasado para mirar al presente

Iglesia del Salvador de Foldada, hace 40 años

Siempre me gustó la historia, la de los grandes libros y la de los abuelos en la cocina. Ambas son importantes, y condicionaron lo que ahora, nos guste o no, somos. Las grandes guerras, los cambios de gobierno y los grandes acontecimientos nos trajeron hasta aquí, pero también las pequeñas historias particulares, su forma de vivir y de entender lo que estaban viviendo nos ha marcado. Las "batallas" que oímos a los ancianos cuando están a la solana nos enseñan mucho de lo que fue y de cómo era el pasado, y en cierta medida lo acercan y lo hacen real. 

En mi caso, y quizás por que me encanta conocer la historia a través de los objetos que con el tiempo ha ido dejando como testigo y testimonio de un tiempo, también valoró mucho la historia de los que anduvieron por aquí antes que yo.

En esta foto se encuentran parte de mis antepasados, me refiero a los padres de mis abuelos, aunque, sinceramente, no los distingo. Curiosamente esta foto la identificamos que era del pueblo por el crucifijo, el mismo que preside el altar lateral derecho de la iglesia de aquí. Por cierto, mi abuela es la segunda niña por la derecha sentada en el suelo con un abrigo claro. Me llama mucho la atención esas señoras con esos ropajes tan negros, el señor de arriba con los cohetes cruzados, a fin de cuentas estaban de fiesta. Con esta foto se demuestra que Foldada nunca fue una gran urbe, nunca hemos sido muchos, así que no nos echemos las manos a la cabeza.

Estas son dos vacas que tuvieron en casa mis abuelos y que debían ser muy buenas, mi abuela aún recuerda sus nombres. Y el artilugio de detrás, servía para el trigo, aunque no lo tengo muy claro, a fin de cuentas, y como dice mi padre, nosotros somos de la generación de los tractores. La foto es de las tierras aledañas al pueblo. Es llamativo como hemos evolucionado en todos los aspectos, pero lo fundamental sigue igual, el buen paisano era bueno antes y sigue siendo bueno ahora:) 

Esto es tan solo un pequeño retazo de la historia de este rincón palentino, del que me siento orgullosa. De aquí no salieron grandes apellidos ni grandes fortunas, pero lo realmente importante, y lo que vale, lo ha producido a montones, y es que la gran cantidad de personas humildes, trabajadoras y nobles que ha dado esta tierra es muy difícil de calcular, déjemoslo en muchos.