Este es un buen ejemplo de que el que tuvo retuvo. La historia es sencilla, una señora mayor se queda viuda y usamos las agujas y la lana a modo de terapia, para evitar pensar demasiado, y ocupar la mente. En principio no buscábamos nada en concreto. Se plantea hacer una manta con cuadros de punto. Y he aquí mi sorpresa:
Una manta para cama grande de 1x1,35 cm, todo un trabajazo. Y lo mejor es que en tan sólo tres meses estaban listos los cuadros. Yo únicamente uní los tejidos. Muchas horas de dedicación y trabajo han dado esta manta, que será la gran aliada en el sofá este invierno. Por que querer es poder y la edad tan sólo es una cifra.
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