Me viene a la memoria un anuncio de la tele que es increíblemente cierto. La vida es de repente, es verdad. De repente alguien se va, de repente alguien llega, de repente conoces a él o ella, de repente te das cuenta de...o de repente te suena el teléfono y al día siguiente estás cumpliendo un sueño. Y de repente tienes tus alumnos, tus clases, tu materia... tu trabajo. Más o menos es lo que me pasó a mí la semana pasada.
Me acuso de que estaba empezando a abandonar el eterno sueño que siempre he tenido, el de la tiza y la pizarra, el de tener cabezas que instruir, el de mostrarles el mundo y sus porqués, en definitiva el de enseñar. El tiempo me estaba empezando a vencer, es un enemigo atroz, es silencioso y paciente, más que nada y más que nadie. Pero los sueños siempre llegan, antes o después llegan y aquí tengo el mío. El secreto, bajo mi humilde parecer, es no desistir, saber lo que quieres y perseguirlo, aunque a veces nos sorprendan los caminos por dónde de esconde. Y el mío vaya recovecos eligió ;-) El mismo día que me llamaron para trabajar, hablando con mi ángel de la guardia, me dijo que nunca dejará de soñar, y una vez más tengo que darle la razón. Así que nunca dejéis de soñar...por que los sueños siempre llegan.
Este post, es en parte para deciros que la actividad bloguera se va a relentizar, por que tengo que hacer otras cosas tales como corregir tarea, preparar clases...cosas de profesor, que es mi trabajo. Y ahora os dejo por que mañana me toca madrugar, que entro a las 8. Y no os imagináis lo bien que suena.
Hasta pronto soñadores...
No hay comentarios:
Publicar un comentario