lunes, 5 de octubre de 2015

El vestido de novia de mi abuela Cesárea

Foto de Isis Roldán
Mi abuela se casó en 1937, aquí en Foldada. Por aquel entonces las novias iban de negro, era la moda, curioso como cambia este mundo. Tenía de aquella 19 años, era bajita, siempre lo fue, dura ,trabajdora y sobre todo inteligente, creo que esa siempre fue gran virtud. En aquel momento histórico España se encontraba inmersa en plena guerra civil, llevaban un año en conflicto y aún faltaban dos más para que uno de los bandos se alzara con el control y el poder. Después vino una posguerra dura, de malas cosechas y cartillas de racionamiento, hasta que poco a poco fueron mejorando su calidad de vida, y España salía muy despacio de ese pozo negro que se había metido por una guerra entre hermanos, entre familias y entre vecinos. En este escenario tan oscuro se casó mi abuela y se casaron muchas más. Por malas que sean las circunstancias, la vida siempre sigue, otra gran lección de mi abuela.
 Así se forjaron sus historias y sus vidas. Yo no puedo por menos que admirar esos ejemplos de superviviencia, de constancia y de trabajo que son nuestro mayores, y en especial, por la parte que me toca a mis abuelas, a las dos, por que cada una a su manera supo tirar hacia adelante sin importar las piedras que tenían en frente. 
Foto de Isis ROldán
Y todo esto para introducir el vestido de mi abuela. Esa frase que tanto decía mi abuela "ahora todo os sobra" referente a este consumismo voraz en el que vivimos, y que ellas las cuesta entender, bueno y a mí un poco también la verdad. Mi abuela tenía guardado en un armario de casa, cubierto con una gabardina enorme esta joya. Por que es exactamente lo que es. Es un vestido que va más allá del vintage, se le queda pequeño este nuevo adjetivo, casi ridículo. Es una pieza única por su historia, por sus materiales y confección. Está cosido con puntada muy muy pequeña, a mano, con el canesú cortado de una pieza. Además es de encaje negro de algodón, un encaje que dejó de fabricarse en los 50, y caro para su época. El forro no se deshila, tiene cuerpo y resalta el encaje. Y por último botones de cristal.  Destacar su negro, intenso, mucho más negro que cualquier pieza negra actual, parecen pardos al lado de este vestido. Y de remate, por si todo esto fuera poco, mi abuela lo llevó el día de su boda, y lo guardó como un tesoro, hasta que lo encontré yo. Se lo llevé a Mari, que además de mi suegra, es muy buena modista y lo adaptó a mí. Sólo hubo que ajustar hombros y brazos, ya que mi abuela era más ancha de espalda que yo y tenía más brazo. El resultado el que véis.  De cadera, cintura y pecho me está exacto, más corto, pero bueno, mi abuela medá como 25cm menos que yo. A excepción de los flecos de la parte inferior el vestido es el que llevó ella, sin más retoques que los necesarios. Ha sido un honor poder llevarlo a otra boda, la de mi primo Raul, ahora es tendencia en invitadas...hay que ver cómo cambia el mundo y la costumbres Cesárea.
Foto de Isis Roldán
Un saludo a la de arriba y a los de abajo ;-)


3 comentarios:

  1. como me emociona ,lo del vestido de mi tía y madrina ,unos pocos años después ,mi madre Angelita ,se caso en ese mismo pueblo y se caso de verde botella ,era muy bonito ,lastima que no lo conservamos ,eran muy lujosas,en esos tiempos ademas de ser hermanas ¡¡¡¡que tiempos ¡¡¡¡ y que recuerdos

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  2. como me emociona ,lo del vestido de mi tía y madrina ,unos pocos años después ,mi madre Angelita ,se caso en ese mismo pueblo y se caso de verde botella ,era muy bonito ,lastima que no lo conservamos ,eran muy lujosas,en esos tiempos ademas de ser hermanas ¡¡¡¡que tiempos ¡¡¡¡ y que recuerdos

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  3. como me emociona ,lo del vestido de mi tía y madrina ,unos pocos años después ,mi madre Angelita ,se caso en ese mismo pueblo y se caso de verde botella ,era muy bonito ,lastima que no lo conservamos ,eran muy lujosas,en esos tiempos ademas de ser hermanas ¡¡¡¡que tiempos ¡¡¡¡ y que recuerdos

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