Como ya habréis notado, el aire se ha tornado más frío, el monte va cambiando de color, los venados berrean por los altos y el sol se está volviendo tímido, es decir, el otoño ya está aquí. En primavera hablamos de setas, y aunque ahora se vuelvan a ver, quiero mostrar otro secreto de esta Montaña, la Palentina, la mía.
En Foldada tenemos la única viña en muchos kilómetros a la redonda. Hace cuatro años, mi padre se le ocurrió plantar una viña, ¡Qué ideas! bueno pues este año va a ser la segunda vez que vamos a vendimiar, el año pasado tres cajas y este ya os contaré...
Se nos olvidó que en la Montaña era imposible que se dieran las viñas, las pusimos, y aquí siguen, cada año más grandes, más verdes y con más fuerza, de vez en cuando no viene mal que falle la memoria.
Y es que tenemos buenas parras que dan buenos racimos...
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