La lavanda o espliego es una planta aromática bastante común en estos montes. Su función principal es como ambientador. Entre sus propiedades esta la de facilitar el sueño en sacos de calor que ya os conté en otro post cómo se hacían. También es útil en ambientador para armarios y cajones, ya que además de dar olor es desinfectante y previene de ácaros y de otros bichos indeseables como las polillas, además que no hay suavizzante que imite esa suave fragancia que deja, aunque lo pongan en la etiqueta.
Esta vez he hecho dos formatos, el primer formato, como una maraca ya os lo explique en uno de los primeros post de este blog.
El segundo, muy sencillo consiste en hacer saquitos de tela, decorarlos como queráis si es que queréis, rellenarlos con la lavanda picada y al poder ser fresca para que dure más, coser la costura por donde hemos rellenado y listo.
Espero que os haya gustado este minipost ;-) en breve vendré con otros mucho más grandes jeje
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