jueves, 3 de julio de 2014

Jabón de cera de abejas, caléndula, romero y rosa, por que lo bueno necesita tiempo.

Jabón en el momento de juntar los ingredientes
Ya me tocaba escribir algo...o cierto es que se me están empezando a amontonar los posts en mi cabeza, así que empezaré por el más atrasado. Y este va de jabón. Hacía ya casi una año que no hacía base ni refundía, así que ya era hora. Esta vez me he decantado por un jabón de tocador de primera calidad, con ingredientes seleccionados y ecológicos. El fin último es poder tener y regalar unas piezas del mejor jabón que se puede tener. El jabón en sí comienza su magia con la base. Esta está hecha con agua de manantial en la que había cocido previamente pétalos secos de caléndula y romero .Para la parte oleosa, (la combinación de una aceite, sosa y agua, es lo que genera el jabón, sea el que sea) ha sido aceite de oliva virgen extra en una proporción de 75%, un 15% de aceite de coco, que aporta la espuma, esto también se consigue agregando polvos de talco al final del amasado, y un 10% de cera de abejas. En esta combinación la complicación ya comienza con la temperatura en la que estas grasas se solidifican, ya que la cera necesita casi 65º mientras que el aceite de oliva se mueve en un rango de entre 23º y 5,5º para solidificar. Lo cual exige amasado en caliente, es decir no dejar enfríar el agua con la sosa. Este proceso requiere más tiempo y más vueltas. Una vez hecho, con la masa lista, se sabe cuando tiene consistencia de natillas, es decir, cuando el hilo de jabón que nos queda en el palo hace dibujo sobre el resto del jabón y no desaparece. Un consejo, si vemos que no nos acaba de salir el jabón siempre podemos añadir un par de cucharadas de harina de trigo, un truco de mi abuela, que es la que me está enseñando lo poco que sé sobre el jabón. Con este sencillo truco conseguimos homogeneizar la masa y que solidifique antes, lo cual no evita tener que tirar la mezcla en el supuesto de que se nos haya cortado.
Jabón base

Una vez listo, lo ponemos en el molde y lo dejamos un periodo de un día o dos, depende, para que se solidifique y poder manejarlo con comodidad. Lo cortamos en piezas más pequeñas y le dejamos un tiempo de curación de 40 días en los que, por una parte se va a secar y por otra se va a desactivar la sosa. 

Jabón base rallado
Jabón fundiéndose
Como veis, es un proceso largo y laborioso, pero el resultado es insuperable. Las propiedades del jabón como tal, sirve para todo tipo de piel, en especial para pieles con problemas, ya sea dermatitis varias, exceso
Decocción de plantas para el jabón
Después de este tiempo llega el refundido, que consiste en lo siguiente. Rallamos las pastillas de jabón base, y lo ponemos en una cazuela al baño maría. Con el calor las virutas se van a fundir, volviendo a un estado semilíquido de crema, este proceso nos va a exigir agua. Para este caso en particular he hecho una decocción en agua de manantial de pétalos de rosa silvestre y caléndula y ramas de romero. Y se lo añado al jabón. No os puedo decir medidas, ya que en este punto me gusta trabajar a ojo, el jabón va a pedir lo que necesite, no sé cómo explicarlo, simplemente se ve. y cuando ya está totalmente fundido, sin grumos de jabón base añado aceite, en este caso de caléndula y violetas. Se mezcla todo bien y a los moldes que hayamos elegido. Este jabón solidifica cuando se ha enfríado del todo, que viene a ser a las seis horas de estar en el molde, más o menos. Y por último lo dejamos secar el tiempo que necesite, que dependiendo del clima y la estación en la que nos encontremos puede variar, a mí me gusta dejarlos un mes por lo menos, de todos modos al tacto se sabe cuando están secos.

 de grasa, sequedad...casi casi lo que se os ocurra. Uno de los ingredientes estrella, que le da la dificultad pero merece la pena es la cera. No vale cualquiera ha de ser cera limpia de abeja, sin tratar, lo cual es muy difícil de conseguir si no tienes colmenas; si es buena buena, va a ser un bloque muy duro de olor intenso a miel y un color amarillo anaranjado. Este ingrediente trabaja en dos frentes, por un lado va a corregir rojeces, imperfecciones, pequeñas heridas... ya que tanto la cera como la miel son regenerante y cicatrizantes, además de aportar el nivel exacto de agua a la piel, de hecho es uno de los mejores cosméticos naturales, sino el mejor. Por otro lado, va a dejar una piel muy suave, con una ligerísima capa de cera, que la va a dar una especial suavidad. Las plantas son las grandes aliadas de nuestra piel, sirven también para todo, a destacar las propiedades desinfectantes del romero y regenerantes de la caléndula y la rosa. De estas también quiero decir, que al menos las que yo uso, son mías, es decir, las cultivo y recojo yo, sé de dónde viene y lo qué tienen. Ya que formamos parte de un todo, y cada día me convenzo más de ello, y la materia no se destruye, tan sólo se transforma. Así pesticidas y demás productos químicos se mantienen en las plantas, en los alimentos...y de ahí de una forma u otra pasan a nuestro organismo, y me apuesto algo a que bueno no es. 
Jabón ya terminado
Así que como conclusión, quiero deciros, que en ocasiones, no importa emplear mucho tiempo para lograr algo único, bueno, y  saludable, por que el buen vino, los buenos platos y las grandes amistades necesitan, como el jabón un tiempo para que cuaje, pera aún más importante para que consolide y alcance su mejor versión. Por que, repito, lo verdaderamente bueno necesita tiempo ;-)




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